La verdadera Masonería es universal. No conoce raza alguna sino la raza humana. No reconoce distinciones de clase o división de la sociedad, sino la capacidad de servir a la humanidad. Sitúa a la humanidad por encima de las naciones y las filas de la realeza. Eleva a todos los hombres al alto nivel de los hijos de Dios, los hermanos de los hombres.
La Masonería por medio de conferencias, símbolos y dramas representa la Verdad, y la verdad es la verdad en todo el mundo, ya sea en las grandes universidades de América o en los campos bañados en sangre de Europa o en la isla más oscura del mar. La Masonería es religiosa, ya que se presta fácilmente a la inculcación de aquellas verdades que traen satisfacción al anhelo universal en los corazones de los hombres. Reconociendo al Arquitecto Supremo del Universo como Padre y a toda la humanidad como una gran hermandad, la Masonería impone a cada hombre la obligación sagrada de reverenciar a la Gran Deidad y de prestar servicio a sus semejantes. Así, en sus ideales y propósitos, la Masonería es universal y es casi universal en su maravillosa y benigna influencia.
El Rito Escocés es la expresión más alta y mejor de los elementos universales de la Masonería. Sobre su altar vienen hombres de todas las naciones, de todos los rangos, de todas las creencias, a inclinarse en reverencia ante el Gran Espíritu que hemos aprendido a conocer como "Nuestro Padre en el cielo" y ante quien "solo inclinamos la rodilla". Aquí los espíritus afines se mezclan cuando partimos el pan en señal de nuestra amistad, prometiéndonos nuevamente a la fraternidad común. Bebemos la copa común simbólica de nuestras necesidades mutuas, atándonos nuevamente a la caridad y la paciencia, a la abnegación y la virtud, a la verdad y al honor. En esta confraternidad, la libertad es reina y con su cetro, adornada con tolerancia y aprecio, posee un poder amoroso en cada corazón.
.Si bien la Masonería se encuentra en casi todos los países del mundo, ha llegado el momento de unirnos como una Orden Universal para adelantar los propósitos originales de la Orden: la unión de toda la humanidad, sin distinción de sexo, raza, orientación, nacionalidad o religión, y su perfeccionamiento.
Para ello, debemos crear una Gran Logia Universal, reuniendo a los masones(as) de todo el mundo y educar Masones Universales en materia de filosofía, ciencia, arte y religión, proveyendo las herramientas necesarias para eliminar de nuestra psíquis todo vestigio de prejuicio, borrando toda barrera ficticia creada por nacionalismos, razas, colores, religiones, etc., para que lideren a la humanidad en la Nueva Era.